Esta semana me he tenido que enfrentar de nuevo al reto de poner un precio por el uso de un programa, o sea, convencer a alguien de que merece la pena pagar una cantidad, o dicho de otra forma de que va a recibir a cambio por utilizarlo más de lo que paga. Establecer el precio de la tecnología.
Lo gratis no vale nada
En este negocio del software, la programación, las aplicaciones web, etc. lo gratis nos ha permitido grandes avances, pero también nos ha hecho mucho daño, porque lo gratis no vale nada, y dar valor a algo que otros dan gratis es complicado.
La clave creo que está en las diferencias, en lo que te hace distinto de lo que otros pueden llegar a dar gratis y evidentemente lo complicado es encontrar esas diferencias y venderlas bien: trato directo, seguridad, funcionalidad, sencillez, características a medida, son algunas. A fin de cuentas creo que la clave es entender al cliente y solucionar sus problemas de una forma eficiente.
Soluciones de código abierto
Implantar soluciones de código abierto es una opción, pero no está al alcance de todo el mundo, es una maravilla el precio directo, no hay que pagar ninguna licencia a nadie, pero lleva implícitos unos costes que pueden ser muy grandes. La mayoría de los servicios necesitan configuración, soporte técnico, ayuda para solucionar problemas y sobre todo y lo más importante tiempo, generalmente tiempo que se dedica a hacer algo que no es objetivo del negocio y que puede “externalizarse”, la puede hacer un especialista en mucho menos tiempo y por tanto más barato.
Muchas de estas cosas las puedes conseguir de la comunidad, pero generalmente no puedes descolgar el teléfono y hablar con alguien que entiende tu problema y se va a dedicar a solucionarlo para ti, algo que puede tener mucho valor por si mismo.
Invertir en tecnología
Es complicado convencer a alguien de que merece la pena invertir en tecnología para conseguir una empresa más eficiente, dejar de preocuparse por los datos, dónde están, quién los maneja, cómo acceder a ellos, de qué manera están disponibles,… y preocuparse por su negocio, por la labor principal de cualquier negocio, conservar los clientes actuales, conseguir más clientes y mejorar los resultados.
Lo curioso es que pagar el precio de la tecnología es algo que puede hacer que una empresa despegue, se haga grande, progrese. Puede ser la diferencia entre una empresa que avanza o una que se va a quedar estancada atrapada por limitaciones que no son propias del negocio. Me parece que es importante destacar que creo que la tecnología no es un gasto, es un inversión. Y con un retorno muy seguro en la mayoría de los casos.
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Beneficios de innovar
Solamente hay que mirar las empresas que admiras para ver que la innovación tiene beneficios, innovar en materia tecnológica también:
- Control de los datos del negocio
- No depender de personas que controlan procesos críticos para la empresa
- Despreocuparte de cuestiones técnicas como copias de seguridad
- Trabajar desde cualquier lugar
- Compartir la información con quien la necesita
- Restringir el acceso a datos a personas que no lo necesitan
- Ahorros en los tiempos de realizar tareas mecánicas
- Mejorar la comunicación
El precio de la tecnología
La percepción sobre lo caro o barato que es cualquier producto o servicio viene determinado por el valor percibido del mismo y… es difícil apreciar lo que no se conoce. Creo que es el mayor reto para que una empresa llegue a gastarse dinero en tecnología.
Cuando tienes que decidir si un producto o servicio tecnológico es caro o barato hay que tener en cuenta todos los beneficios que te puede aportar, y también todas las desventajas. ¿Cómo lo calculas?
Completamente de acuerdo Fran.
La continuidad de negocio es lo mas importante, para empresas, usuarios, etc. y esto tiene un precio.
Normalmente nadie se acuerda de nosotros cuando todo va bien, pero si falla algo ……
En esta vida nada es gratis y para los que nos dedicamos a esto, el tiempo que puedes llegar a invertir para solucionar e innovar se tiene que valorar, como en cualquier otro trabajo.
Lo barato y caro es muy relativo como bien dices, yo por ejemplo alucino con gente que se gasta 600 euros en un móvil y luego pone el grito en el cielo por pagar 2 euros por una app, sin saber el esfuerzo que conlleva hacerla.
Gracias Julio, quizás el problema sea que mucha gente considera que el tiempo es gratis…
Estoy de acuerdo y además estas realidades nos sirven prácticamente para todos los productos, lo barato al final es lo más caro.
con la publicidad nos pasa lo mismo. Cuanta inversión se hace en medios, soportes…. que en algún caso puede ser hasta negativa la inversión.
Efectivamente José Antonio, por eso hay que dejarse aconsejar por profesionales, ¿no te parece?
Mira Francisco esto te va a interesar http://eco.unne.edu.ar/contabilidad/costos/profesores/Costecnologia.htm
Gracias Walter, lo anoto en mi lista de lectura.
Saludos.