Pues si, me he comprado un tocadiscos.

Como cada vez que compro algo por internet el lugar de entrega era la guardería donde trabaja mi mujer, así no tengo que preocuparme de horarios, que encontrar a alguien en casa es complicado. Cuando llegó el transportista preguntó si era para allí y mi mujer, que sabía que debía llegar,  respondio: «Si, es el tocadiscos». Y el trasnportista soltó: «Pero todavia existen los tocadiscos
Lenco-L-3807
Lenco L-3807

Así es, todavia existen, son útiles y se pueden comprar, de hecho esta semana yo he estrenado esta maravilla que me recuerda muy mucho los tiempos en que aprendía lo que era la música junto a «Suso Pincha» cuando ponía algún disco que otro en algun rato que no tenia que estar poniendo copas con un ritmo frenetico.

Y es que tenía muy olvidada mi coleccion de casi doscientos vinilos, con las muestras de mi formación musical; jazz, soul, funky, disco, pop, … Para mi una colección llena de joyas. Hace poco leí en algún sitio que nuestros gustos mucicales son una parte importante de nuestra educación.

Lo más importante de todo es volver a «tomar» la música como haciamos antes, para mi era algo para lo que necesitabas tanta concentración como para leer, o quzás más. Creo que no se degusta de la misma forma un disco para el que te levantas, seleccionas, lo pones en el plato, lo limpias, colocas la aguja, retocas el volumen y hasta cierras los ojos con algunos, que seleccionar lo que va a sonar de tu coleccion de itunes, spotify o lo que toque. No es lo mismo.

Y los recuerdos? Pueden ser los mismos, porque los asociamos a las canciones, pero la predisposición es bastante diferente.

No crees?

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